Un mensaje para los graduados 2020 que todos deberíamos de escuchar

Graduados, expertos en zoom, padres de familia, y maestros.

Saben, durante todos mi mi tiempo como estudiante, año tras año, siempre me imaginaba a mí mismo dando mi mejor discurso en mi propia graduación. Y ahora que me acuerdo, era un gran tema para mí. Desde el primer día en primer semestre, y año tras año, iba mejorando ese discurso en mi mente. Y aunque, no estaba seguro si mi generación me iba a invitar a dar ese discurso, me estaba esforzando para eso con todo lo que hacía. Y, de todas formas, si no me invitaban yo se los iba a pedir. Al final, justamente el semestre que me gradué, decidieron en mi universidad que no iba a ver un discurso ese año por parte de un alumno. En el momento, sorprendentemente ni siquiera me importó, porque, en lugar de escribir un discurso, ese último semestre yo ya estaba escribiendo mi propio libro, y ahí estaba todo lo que siempre quise decir durante todos esos años. Pero ahora, viendo en retrospectiva, sí me hubiera encantado dar ese discurso. Y aunque, ya no voy a tener otra graduación, al menos de carrera profesional, aquí estamos. En tu graduación.

Sé que, tal vez, no estés subiendo al escenario para recoger tu diploma con todos los aplausos de tu familia y tus amigos, como tanto te lo imaginaste por los últimos tres o cuatro años, pero quiero que sepas que de todas formas, este es tu día, y este es tu momento. Y espero que pronto puedas celebrarlo.

Si nos ponemos a pensar, cada generación ha tenido sus propios retos. El día que mis papás se graduaron, el país estaba pasando por uno de sus peores momentos, y estaban pasando por la peor crisis económica de su época. No había reservas internacionales, la moneda se estaba devaluando y de hecho surgió otro tipo de moneda, llamado nuevos pesos.

Nosotros no nos acordamos de eso, o lo vemos muy lejano porque no lo vivimos. Pero puedes preguntarle a tu papá o a tu mamá sobre “el error de diciembre” y cómo lo enfrentaron. Seguramente si estás escuchando esto, es porque lograron salir adelante de esa época. Y algunos consejos sobre cómo salir de una crisis económica, vaya que nos ayudaría en este momento.

En mi caso, cuando me gradué, lo que mi generación estaba enfrentando era un cambio en el gobierno. Dejando de lado, nuestra preocupación porque éramos la primera generación con cédulas profesionales digitales, estábamos más preocupados por lo que estaba pasando en nuestro país. Durante toda mi vida, y en la de nuestros papás, nuestros líderes siempre habían sido de derecha. Y ese año, en el 2018, México eligió en su mayoría líderes de izquierda, no solo para la oficina de la presidencia, si no también para las dos cámaras que nos representan. Así que, ese año no solo los estudiantes que nos graduamos sentíamos incertidumbre. Todo el país la sentía también.

¿Y qué es lo que ahora, a esta generación 2020 le está tocando enfrentar? Pues, empecemos por lo obvio: se están graduando no nada más al mismo tiempo de una nueva crisis económica mundial, peor de la sí nos tocó vivir en 2008, si no que también se están graduando en medio de una pandemia.

Este momento que estamos atravesando me recuerda mucho el inicio del libro La historia de las dos ciudades de Charles Dickens: “Fue el mejor de los tiempos, fue el peor de los tiempos. Era la era de la sabiduría, era la era de la necedad. Era la época de la creencia, era la época de la incredulidad. Era la estación de la Luz, era la estación de la Oscuridad. Era la primavera de la esperanza, era el invierno de la desesperación”. Y aunque Dickens se refería a los años previos a la Revolución Francesa, si lo pusiéramos en el contexto en el que estamos nosotros, también podría haberse referido a esos altibajos que hemos estado pasando recientemente. Y lo digo porque, tarde o temprano la pandemia pasará, pero ¿en dónde estamos además de eso?

Bueno pues, estamos en una época, en la que cualquiera se puede dar cuenta, que la verdad, la razón, la evidencia y los hechos se están dejando de lado. Abre Twitter, o cualquier red social y lo vas a poder comprobar en cualquier publicación o hilo que escojas leer. Y espero que en cada uno de ellos te preguntas, ¿qué de todo esto que estoy leyendo es verdad y qué es mentira? ¿Qué si está verificado o qué de todo esto es una conspiración con una realidad alterna con alguien atrás tratando de ligar acciones aleatorias?

Hay un maestro en Yale, Timothy Snyder, que en su libro, Tiranía, menciona, y lo voy a citar: ”abandonar los hechos es abandonar la libertad. Si nada es verdad, entonces nadie puede criticar el poder porque no hay una base sobre la cual hacerlo. El objetivo detrás de toda la confusión de los hechos, es que nos cuestionemos la lógica y la razón. Y lo que logran es sembrar la desconfianza hacia exactamente las personas en las que necesitamos confiar, nuestros líderes, la prensa, los expertos e incluso nosotros mismos.

Justo esta semana, escuché una frase que decía “Si nuestros líderes buscan ocultar la verdad, o nosotros, como personas, aceptamos realidades alternas que no están basadas en hechos, entonces nosotros, como ciudadanos, elegimos el camino hacia renunciar a nuestra libertad. En mi opinión, estamos en esa línea, en la que nosotros mismos, ya no necesariamente los gobiernos, nos ocultan la verdad, porque nosotros nos dejamos caer en información falsa y en realidades alternas. Entonces, creo que todo comienza defendiendo la verdad, los hechos y la razón, no solo en clases, como tú y tu generación ya lo han hecho, si no, a lo largo de toda tu vida.

Pero también estamos viviendo en una época en donde estamos conscientes de la importancia de los derechos humanos, de la hipoteca social, de la equidad de géneros y oportunidades. Así que, ahí están las buenas noticias. Cada vez más personas se están uniendo. Aparte, si algún grupo de personas alguna vez estuvo preparado para estar a la altura de los problemas que nuestro país y el mundo están enfrentando, eres tú, tu y toda tu clase de 2020. Y de hecho, me inspiran. Porque son ustedes los que han sabido hablar, defender y luchar no nada más por sus propios derechos, si no por los de los demás. Han decidido salir a marchar cada vez que ya no encuentran otra opción ante injusticias que han estado presentes por generaciones, y han sabido actuar cada vez que las cosas tienen que cambiar.

Así que. sí, ya has demostrado el carácter y el coraje que te ayudarán a salir adelante en estos momento difíciles. Y sobre todas esas cosas, has demostrado resiliencia. Una palabra en la que he estado pensando mucho últimamente, y que, me inspiró a dedicarle una parte entera en mi libro. En uno de los capítulos cité a una de las mujeres que más admiro, por haberse adelantado a su época, no nada más en los roles que estaban determinados para una mujer en la Casa Blanca, si no porque alzó la voz cada vez que era necesario y luchó por avanzar en los derechos humanos universales, como otra vez en esta época, estamos tratando de hacerlo . Y no, no estoy hablando de Hillary Clinton, si no, de Eleanor Roosevelt. Y ella fue la que dijo: “Obtienes fuerza, coraje y confianza con cada experiencia en la que realmente te paras a mirar el miedo a la cara y eres capaz de decirte a ti mismo: ‘He vivido este horror, puedo tomar lo siguiente que viene’”. Eso es resiliencia y es muy importante porque todos, absolutamente todos vamos a tener fracasos y pasar por decepciones. Pero eso no importa. Lo que sí importa es cada vez que te vuelves a levantar y sigues adelante.

Finalmente, después de años, llegó el día, llegó el momento, en el que ahora es tu turno de encontrar tu propio camino. Y por favor, te pido, que también también ayudes a los demás a encontrar el suyo, porque, son tiempos difíciles. Hay un estudio que demuestra que por cada porcentaje que cae el empleo, los nuevos graduados pierden 7% de sus ganancias al inicio de sus carreras profesionales. Durante esos meses cayó 3 por ciento. Y probablemente estés preguntarte quien va a dar trabajo en medio de una pandemia. Y no es por querer agregar una dosis extra de estrés a tus días, si no para hacerte ver cómo los problemas que tenemos los jóvenes normalmente no son una prioridad para los demás o como puedes darte cuentea, no se habla mucho sobre ellos. Pero está en ti, darles voz y acción. Sé que puedes sentir preocupación, dudas, confusión. Después de todo, sentir miedo, es una reacción. Pero ser valientes es una decisión. Y precisamente en este momento, vamos a necesitar tu energía, de tu positivismo, de tu empatía, de tu compasión y de tu activismo, no nada más hoy, si no en todos los meses y años que vienen. Porque al final, siempre se trata de que cada generación sea resiliente, para hacer lo que esté en sus manos para salir adelante de los problemas que están enfrentando.

Y ya casi termino, pero quiero dejarte algunos consejos prácticos:

Uno: Revisa tus fuentes, y cuestiónate todo lo que leas.

Dos: nunca olvides las palabras que también dijo Eleanor Roosevelt, y la vuelvo a citar: ¿dónde empiezan los derechos humanos universales? En pequeños lugares, cerca de casa; en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en ningún mapa.

Tres: Vota en cada elección, y elige bien a tus representantes, porque, los ignores o no, quien gane va a determinar muchas de las oportunidades o problemas que se generen para ti y para el país.

Cuatro: Intenta cosas nuevas, como yo intenté yoga hace dos años.

Cinco: Trata de dar un extra de amabilidad a los que están tratando de ayudar.

Seis: mantén los ojos abiertos, porque el mundo está cambiando extremadamente rápido. Así que mantente alerta, escucha, lee, aprende, y entiende lo que está pasando. Pero sobre todo, cuando veas un problema y entiendas ese problema, pregúntate cómo se puede resolver, y quien lo puede resolver: la respuesta siempre va a ser: nadie más que tú.

Siete: Lava tus manos.

Ocho: sigue haciendo más de lo sea que te de paz en esto días: pintar, tocar el piano, escribir, cocinar, hazlo el doble.

Y por último: recuerda que, todos tenemos un lugar en este mundo, y tú, hoy, estás por encontrar el tuyo.

¡Gracias y felicidades graduados!

p.d: aquí estoy emocionado porque por fin pude dar mi discurso

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Una publicación compartida por Alfonso Aguirre (@aguirrealfonso)